Cuentos para una Infancia Feliz
Ana estaba nerviosa, le sudaban las manos y le dolía el estómago. Desde que la niña nueva, Emma, llegó a la clase, todo se había convertido en una pesadilla.
Ana estaba nerviosa, le sudaban las manos y le dolía el estómago. Desde que la niña nueva, Emma, llegó a la clase, todo se había convertido en una pesadilla.