Dos libros para leer y re-leer miles de veces.

No te rías pepe

“No te rías, Pepe”, le dice mamá zarigüeya a su hijo mientras le enseña a hacerse el muerto, pues así es como las zarigüeyas se defienden de sus enemigos. Pero Pepe no puede dejar de reírse... Este relato muestra la forma como se defienden algunos animales y resalta que la habilidad y el instinto pueden ser cualidades muy valiosas a la hora de enfrentar el peligro. El final es sorprendente y gratificante para todo lector: aprender a reír es tan importante como aprender a defenderse de los peligros. 

Caperucita rebelde (con causa)

Esta es la historia de una niña rebelde y caprichosa, hija única consentida y manipuladora (según el informe de la psicopedagoga escolar) conocida por todos en el Bosque de Había una Vez como Caperucita Roja. Muy a su pesar, porque para ella este día es muy especial, debe cumplir con la obligación de llevar en su tricicleta (mezcla de triciclo y bicicleta) un recado para su abuela, que vive justo del otro lado del bosque. Fastidiada y apurada, camino a casa de su abuelita, pedaleando a toda velocidad, sucede un incidente por no respetar las normas de educación vial. Un agente de tránsito municipal peludo, con hocico y dientes afilados pero buena persona y vegetariano (¿adivinaste?) será junto con la pequeña de capa roja y celular protagonista de una historia donde los personajes no son ni muy muy ni tan tan como en el cuento tradicional.